lunes, 4 de mayo de 2009

mitologia

















Los Dioses Antiguos y el orden de Azeroth


Desconocedores de la misión de Sargeras de deshacer sus incontables trabajos, los Titanes siguieron moviéndose de un mundo a otro, dando forma y ordenando cada planeta como ellos tuvieron a bien. A lo largo de su viaje se encontraron con un pequeño mundo cuyos habitantes llamarían tiempo después Azeroth. los Titanes avanzaban a través del paisaje primordial, encontraron a algunos elementales hostiles. Estos elementales, que adoraron una raza de seres malignos conocidos sólo como Dioses Antiguos, juraron echar a los Titanes y mantener su mundo inmaculado del toque metálico de los invasores.


El Panteón, desequilibrado por la inclinación de Viejos Dioses hacia el mal, entablaron batalla contra los elementales y sus maestros oscuros. Los ejércitos de los Dioses Antiguos eran conducidos por los tenientes elementales más poderosos: Ragnaros el Señor del fuego, Therazane la Madre piedra, Al'Akir el Señor del viento, y Neptulón el Cazador de mareas. Sus caóticas fuerzas avanzaron sobre la faz de la tierra y se enfrentaron a los colosales Titanes. Aunque los elementales eran poderosos más allá de la comprensión mortal, sus fuerzas combinadas no podían parar a los poderosos Titanes. Uno por uno, los señores elementales cayeron, y sus fuerzas fueron dispersadas.


El Panteón destrozó las ciudadelas de Dioses Antiguos y encadenó a los cuatro malvados dioses lejos, bajo la superficie del mundo. Sin el poder de los Dioses Antiguos para mantener a sus iracundos espíritus atados al mundo físico, los elementales fueron desterrados a un plano abisal, donde lucharían entre ellos toda la eternidad. Con la salida de los elementales del plano terrenal, la naturaleza se calmó, y el mundo se adaptó en una armonía pacífica. Los Titanes vieron que la amenaza estaba contenida y se pusieron a trabajar.

Los Titanes dieron poderes a algunas razas para ayudarles a formar el mundo. Para ayudarles a forjar las incomprensibles cavernas bajo tierra, los Titanes crearon a unos seres parecidos a los enanos creados de piedra mágica viviente. Para ayudarles a dragar los mares y levantar la tierra del fondo de mar, los Titanes crearon a los inmensos pero apacibles gigantes de mar. Durante muchos años los Titanes movieron y formaron la tierra, hasta que por fin crearon un continente perfecto. En el centro del continente, los Titanes crearon un lago de brillantes energías. El lago, que ellos llamaron el Pozo de la Eternidad, debía ser la fuente de vida para el mundo. Sus potentes energías nutrirían los cimientos del mundo y darían cabida a la vida para echar raíces en el rico suelo de la tierra. Con el tiempo, las plantas, árboles, monstruos, y criaturas de todas clases comenzaron a prosperar sobre el continente primordial. Como el cayó el crepúsculo el día que terminaron su trabajo, los Titanes llamaron el continente Kalimdor: "Tierra de la eterna luz de las estrellas".
Vía: wowwiki.com

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